William Aguilar | EP. Marjorie Amador González trabaja como “Tía” (tutora encargada de niños en un casa de cuido), en el albergue del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en Moín, Limón. Desempeña esa labor las 24 horas del día, por cinco días a la semana. Sin embargo, por directriz del patronato, Marjorie está imposibilitada de cuidar a su propio bebé de 8 meses mientras trabaja en el albergue.
La situación se da en supuesto favor del bebé, pues en una resolución del PANI del 21 de abril, la Presidenta de la del patronato, Ana Teresa León, alega que tener al menor en el centro podría perjudicarlo.
“(La idea es) no exponerlo a ninguna situación irregular en un centro especializado para la protección e institucionalización de niños en un estado de vulnerabilidad comprobada”, dice la resolución.
Esto ha generado replicas en la Asamblea Legislativa, donde la diputada del Frente Amplio, Ligia Fallas se ha manifestado en favor de la madre del menor.
“Que grave que el mismo PANI dentro de sus argumentos reconozca que los niños no están seguros en sus albergues, ¿En qué condiciones permanecen institucionalizados los menores?, ¿En condiciones de peligro?”, expresó la legisladora.
Sin embargo, en ese albergue sí se han dado casos peligrosos para los infantes. En Mayo del 2014 trascendió que un menor en dicho centro atentó contra su propia vida con arma blanca, al tiempo que amenazaba a cualquiera que se le acercara.
Para octubre del mismo año, una menor de 16 años, también al cuidado del albergue, prendió fuego a un colchón del centro, lo que provocó que las llamas se extendieran por uno de los tres módulos del complejo.
