Aarón Chinchilla EP. | Un estudio de la organización Oxfam International ha señalado que 26 personas tienen más riqueza que las 3.800 millones de personas más pobres del planeta, es decir, la mitad de la humanidad.
El informe denominado “Bienestar Público o beneficio Privado” señala que la fortuna de los millonarios del mundo aumentó en un 12% en el último año, es decir, 2500 millones de dólares diarios, mientras la riqueza de la mitad más pobre de la población mundial, que equivale a 3800 millones de personas, se redujo en un 11% (más de 500 millones de dólares diarios en el mismo periodo).
De igual forma, señala el documento, la cantidad de multimillonarios se ha duplicó, entre los años 2017 y 2018, surgiendo un nuevo acaudalado cada dos días.
En relación al pago de impuestos, el informe detalla que si el 1% más rico pagase solo un 0,5% más de impuestos sobre su riqueza, podría recaudarse más dinero del necesario para escolarizar a los 262 millones de niñas y niños que actualmente no tienen acceso a la educación, y proporcionar asistencia médica que podría salvar la vida de 3,3 millones de personas.
A su vez, el peso fiscal recae de manera desproporcionada sobre las trabajadoras y trabajadores.
(…) Se han reducido drásticamente los impositivos aplicables a las grandes empresas y a las grandes fortunas. Por ejemplo, en los países ricos, el tipo marginal máximo en el impuesto sobre la renta personal se ha reducido, pasando del 62% en 1970 al 38% en 2013. En los países en desarrollo, el tipo marginal máximo en el impuesto sobre la renta personal se sitúa, en promedio, en el 28% (…) Cuando los Gobiernos conceden beneficios fiscales a las grandes empresas y las personas ricas, hay menos dinero para servicios básicos como la educación y la sanidad, lo que incrementa la desigualdad y la pobreza.
La pobreza extrema aumentó en el África Subsahariana y 3.400 millones de personas viven con menos de 5.5 dólares al día. Además, los hombres en todo el mundo poseen 50% más del total de la riqueza que tienen las mujeres.
“La brecha entre ricos y pobres nos está rompiendo. Nos impide superar la pobreza y lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, la mayoría de nuestros líderes políticos no logran reducir esta peligrosa división. La desigualdad no es inevitable, es una opción política. Se pueden tomar medidas concretas para reducirla”.