Diputados exigen salida del gerente del Banco Nacional, Bernardo Alfaro, luego que el Ministerio Público señalara fallas y errores en el resguardo de dinero que se evidenciaron con el robo de más de ¢3200 millones de la bóveda principal.
El manejo de la crisis por el millonario robo ha sido, al entender del fiscal general, Carlo Díaz, lamentable y señaló que tuvieron que iniciar la investigación de oficio ante la fuga de información del propio Banco, sin que mediara una denuncia formal.
Esto ha llevado a diputados de varias fracciones a cuestionar la capacidad del exnúmero 1 de la Sugef para seguir al frente del principal Banco público del país, de hecho, el principal banco del país.
“El gerente del Banco Nacional debería dejar el cargo y hacerse a un lado. El largo tiempo de denuncia y de comunicación es injustificable”, señaló el diputado del Frente Amplio, Alejandro Ortega.
El liberacionista Francisco Nicolás señaló que en el Banco “fueron pasivos, lentos incluso transcurren 20 días desde que se sabe del robo por la prensa, hasta que se pone la denuncia, esta pasividad es altamente sospechosa”.
“Usted don Bernardo debería tener un poco de pena y agarrar sus cositas e irse del banco. Usted que tiene una especialidad en seguridad bancaria no vio pasar por su oficina ni rastro del robo y muestra una gran incapacidad para dirigir el banco más importante de los costarricenses”, afirmó.
El diputado Glberth Jiménez cuestionó al gerente su candidatura para dirigir el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
“Muy probablemente estaba muy ocupado en su candidatura al BCIE, por eso siempre he dicho que hay que cuidar primero la casa. ¿A quién querían engañar y ocultar? Si tuviera dignidad ya hubiera mandado la carta de renuncia”, afirmó el verdiblanco.
El día de ayer el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, informaron que se realizaron 11 allanamientos y se detuvo a ocho personas por la supuesta sustracción de más de ¢3,200 millones del Banco Nacional.
A ellos se les acusa de delitos como facilitación de sustracción de dinero e incumplimiento de deberes, peculado y legitimación de capitales.
El principal sospechoso es el tesorero del Banco, un hombre de apellido Olivas que habría gastado buena parte del dinero en compra de lotería, por lo que al caso se le apodó “Gallo Tapado”.
Y es que el hecho de que la plata saliera del banco en sobres de manila manipulados por los mismos funcionarios, ha hecho que el golpe a la reputación de la entidad bancaria sea mayúsculo.
No hay campaña de publicidad ni espacio pagado en radio o televisión que cure este tipo de golpes de forma rápida.
Las autoridades informaron que el robo empezó en el 2019 y que los sobres salían por puntos ciegos para la seguridad.
La oficina de prensa del Ministerio Público reveló que los detenidos son el Tesorero de Procesamiento de Efectivo de la entidad bancaria, de apellido Olivas Valle; el Jefe de Tesorería, de apellido Madrigal Faerron; dos supervisores de Procesamiento de Efectivo, de apellidos Blanco Oviedo y Ramírez Sandí; el supervisor de Tesorería de Procesamiento de Efectivo, apellidado Ugalde Morales; un contador de apellido Hernández Saborío; la autoevaluadora de Procesamiento de Efectivo, una mujer de apellido Cerdas Méndez; y un oficial de Seguridad de apellido Bolaños Zúñiga.