Para esa elección hubo un abstencionismo más bajo que en la elección anterior, pero fue más significativo para la comunidad, quien luego tuvo que acudir a las urnas para destituirlo de su cargo en una actividad electoral histórica. En este Plebiscito salieron a votar un 26% del padrón electoral. Pero hay que esperar el resultado del Plebiscito de Siquirres y del Cantón de Osa, para hacer una comparación más amplia de participación popular.
Las elecciones municipales han sido poco entendidas por el pueblo; considerando el impacto que pueden tener en la comunidad las autoridades que tienen gobierno sobre las calles, parques, aceras, recolección de basura, alcantarillado pluvial, infraestructura comunal, permisos de construcción, embellecimiento de las ciudades, puentes, edificaciones municipales, fiestas comunales, Juntas de Educación; entre muchas otras funciones que le otorga la legislación nacional tanto al Alcalde como al Concejo Municipal.
Lo que sucedió en Pérez Zeledón representa la decepción del pueblo por la poca planificación y las malas gestiones municipales, que no sólo son reclamadas en ese Cantón, sino en todo el país. Efectivamente como fue titular en varios medios de comunicación es una elección histórica principalmente porque son pocos, los Concejos Municipales que retoman su fuerza y someten al Alcalde a la evaluación del pueblo; y porque es una manifestación de lo que en otros países se conoce como Referéndum Revocatorio de Mandato el cual le devuelve la potestad al pueblo de quitar a los gobernantes que considera han sido ineficientes en su gestión.
A nuestra legislación nacional le hace falta nuevas formas de participación ciudadana como lo es el Referéndum mencionado, el cual existe desde hace más de diez años en otros países latinoamericanos como Colombia o Venezuela. Este mecanismo de participación debe ser activado en nuestro país para hacer viva la legitimación al pueblo que nos otorga el artículo 9 de nuestra Constitución Política en donde dice que el Gobierno de la República lo ejercen el pueblo y tres poderes.
Pero también nos hace falta asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos, salir a votar cuando se nos convoque; y ser responsables con nuestro voto del destino que se va a asumir como cantón y como país. Un país donde sus ciudadanos cumplen con sus deberes cívicos es un país que se renueva con nuevas formas de hacer la política y con nuevos políticos. Recordemos lo que decía Bertolt Brecht “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.
Deben ampliarse las formas de participación de los ciudadanos para que haya elección de diputados y regidores por nombres y apellidos y no por listas, y para que se implemente el Referéndum Revocatorio de Mandato en todos los cargos de elección popular; pero también deben nuestros compatriotas ser más responsables y acudir a las urnas cuando la patria nos llama.
{jcomments on}