“Este hecho (el milagro a Floribeth Mora) borra cualquier cosa, cualquier percepción que haya negativa del país porque es un tema de espiritualidad. De hecho que supera lo común y lo inmediato para convertirse y darle al país una figura de un país llena de valores, donde los ciudadanos del mundo van a estar observando a Costa Rica ahora para ver si efectivamente es una sociedad de valores…”