Hoy, como ayer, el error persiste en la elección del Defensor de los Habitantes

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Ofelia Taitelbaum fue electa para cuatro años más en la Defensoría de los Habitantes.
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Ofelia Taitelbaum fue electa para cuatro años más en la Defensoría de los Habitantes.
Ofelia Taitelbaum fue electa para cuatro años más en la Defensoría de los Habitantes.

Ofelia Taitelbaum ha sido reelecta como Defensora de los Habitantes. Y muchos que ayer la vituperaban, hoy la defienden. Veamos.

Hace 4 años fui parte de un movimiento contra su nombramiento, cuando el Facebook realmente servía para movilizar personas y desde ahí, desde un grupo de esta red social, montamos una oposición. Las razones eran fuertes: se afectaba la división de poderes, la democracia y el sistema de pesos y contrapesos, no era conveniente en ese momento. Además, había sido impuesta a dedo, como hoy, mediante un proceso abreviado y poco democrático -conducido por los diputados aristas en ese momento-, donde los postulantes al puesto y formados en ternas no tienen posibilidad si no tienen el apoyo partidario. Es decir, se sigue con la práctica de acudir al partidismo -fantasma del clientelismo-, más que al mérito profesional y capacidad de los postulantes. Se repite esta práctica del liberacionismo tradicional.

Todo ese conjunto de razones era sumamente válido y de recibo para un demócrata como este servidor.

Hoy diputados de mi partido, el PAC -con la honrosa excepción de don Manrique Oviedo-, apoyaron su reelección y lo respeto, pero no puedo compartirlo. Hay gente que celebra, pero hoy, como ayer, no me siento cómodo con su elección, por eso deseo manifestarlo.

Las razones de hoy son parecidas, pero también otras: los diputados están siendo víctimas del populismo. Taitelbaum es muy astuta, su gran mérito indudablemente, y apoyó causas populares para sectores progresistas -homosexualismo, fecundación in vitro, entre otros-, además causas que le dieron -en el último año- notoriedad. Debemos reconocerle su empeño en defender derechos humanos importantes, sobre todo de las minorías.

Sin embargo, nunca tocó ni trabajó aparentemente, con el mismo ahínco, en contra de los intereses más fuertes de la corrupción y la clase política que defiende esos intereses, nunca montó causas contra afectaciones de proyectos y grandes negocios del PLN que luego fueron totales desastres de corrupción y desvergüenza, como la Trocha, Crucitas, OAS, Autopistas del sol, entre otras. Y cuando se hizo algo, fue normalmente fue bajo presión, además de la ciudadanía, también de un gran equipo que trabaja ahí.

Porque si algo hace a la Defensoría, y eso debemos aceptarlo, es su cuerpo de profesionales. El o la defensora es un director que pone la cara a los medios, que decide la prioridad. Me arriesgo a decir que con ese equipo de profesionales, no se requiere más que ser una persona transparente, esforzada y con buena habilidad de dirección para desempeñarse bien en la Defensoría. Pero también con la mirada bien puesta, en los derechos importantes que aquejan una sociedad.

Los derechos humanos y sociales más importantes de una población están en las causas que hacen de esa población un cuerpo débil y maltrecho, sin posibilidad de defenderse ante quienes roban el sudor de su frente, ante quienes roban mediante la corrupción, el trabajo que todos realizamos día a día, y con el que pagamos nuestros impuestos. Y eso debemos poner atención, porque en esa realidad clara, la de la corrupción, nuestros verdaderos defensores han sido diputados y diputadas de gran carácter, dignidad y vocación social, que investigan y dan a conocer los abusos. También los medios responsables que han sacado a luz los entuertos deshonestos más desastrosos de los últimos 8 años. Y en eso doña Ofelia, no se vio.

Tuvimos 8 años del más alto nivel de corrupción gubernamental jamás visto y que afectó a los costarricenses, que se evidenció con más claridad probatoria en los últimos 4 años, pero nuestros diputados decidieron bendecir a una Defensora que no actuó con decisión y firmeza ante ello. Eso me parece contradictorio.

Por último, me llama la atención que no pudieran encontrar, entre tantos buenos defensores de los derechos humanos y sociales que tiene Costa Rica, a un buen sustituto. Pensé, mea culpa, que los diputados entenderían esta realidad y buscarían nombrar otro personaje en ese importante fuero que hace de nuestra democracia, algo posible. Ya no se puede hacer nada, solo queda darle el beneficio de la duda y esperar que tal vez ahora, que el partido gobernante no es el suyo, la señora Taitelbaum sí haga un esfuerzo importante en investigar, exhibir y atacar esas causas importantes.

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1 COMENTARIO

  1. Derechos humanos punto, no populismo! Igualdad ante la ley, no menosprecio al trabajo de la mujer, igualdad de derechos y deberes de la comunidad gay, derecho a una familia por para los que la desean.

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