William Aguilar | EP. Un grupo de científicos estadounidenses asegura haber descubierto el misterio del porqué es que algunas rocas en las montañas de San Bernardino en California; por más que estas se encuentran cerca de las fallas de San Andrés y San Jacinto.
Según los investigadores, los sismos pueden detenerse o “saltar”, por causa de las interacciones entre las fallas, es decir, no son tan fuertes en algunos sectores, sin importar la proximidad del movimiento telúrico.
La conexión entre ambas fallas tiene implicaciones importantes para la planificación en caso de terremotos. Se detectó que dicha interacción produce vibraciones fuertes alrededor de las rocas, pero las deja intactas.
“No te dicen que hubo un terremoto, te dicen que no hubo un terremoto lo suficientemente poderoso como para derribarme. Son una suerte de sismógrafos naturales, pero tienes que leerlos de forma indirecta”, explica Lisa Grant Ludwig, autora principal del estudio.
Casi no hay rocas en equilibrio en un radio de 15 kilómetros alrededor de las fallas importantes, pero hace 10 años, el doctor James Brune, coautor del estudio, descubrió que hay dos grupos de estas rocas a 7 y 10 km de las fallas de San Andrés y San Jacinto.
Los investigadores han medido ahora la fuerza necesaria para tumbar las rocas, lo da una idea de intensidad de los terremotos que han soportado esas formaciones.
“Hay dos formas de hacerlo, una es tratar de tumbarlas; empujándolas suavemente hasta que se produce algún movimiento, no tirarlas. Si mi madre hubiese sabido que estaba haciendo eso, no se hubiera puesto muy contenta”, comenta Grant Ludwig.
Otro método para medir la energía que se necesita para tirarlas es por medio del uso de la construcción de modelos en 3D de la piedras en equilibrio; con lo que se calcula su centro de gravedad, masa y demás.
Ambas pruebas dieron muestra de que las rocas deberían haber cedido con los terremotos de 1812 y 1857, sin embargo, permanecieron en equilibrio. Posición que mantienen desde hace miles de años, por lo que evidentemente no recibieron tal fuerza.
“La conclusión ineludible es que los movimientos del suelo tendrían que haber sido menos intensos de lo que se espera de un terremoto típico en las fallas de San Andrés y San Jacinto”, explica la investigadora.
La investigación encontró que cercanía entre dichas fallas es la responsable de mitigar el impacto en la zona, al crear un espacio que es saltado por los sismos.
“Las fallas de San Andrés y San Jacinto están muy cerca, separadas sólo por 2 kms de distancia. Y se ha establecido, a través de otros terremotos y modelos, que una ruptura puede saltar y cruzar.
“¿Qué hubiese pasado si la ruptura saltaba o se detenía en esta esta encrucijada o comenzaba allí? En los tres casos habría producido una sacudida menos intensa en la zona alrededor de las rocas”, concluyo la Ludwig.
Rocas en equilibrio en otras partes del mundo:
No solo en California se dan casos curiosos de formaciones rocosas equilibradas comompor arte de magia. Siguiendo en Estados Unidos, se encuentran casos similares en Utah y Colorado.
De igual forma hay rocas balanceadas en Zimbawe, Australia, Nueva Escocia (Canadá), North Yorkshire (Inglaterra) y en Birmania; por citar algunos ejemplos.