La mayoría de economistas coinciden en que la línea roja se sitúa en el 7%. Este fue el porcentaje que obligó a rescatar a Grecia, Portugal e Irlanda. Es decir, cuando estos países se vieron presionados por los mercados a pagar estos intereses para su finacianción la Unión Europea se vió obligada a rescatarlos económicamente, ya que de lo contrario, se veían abocados a una suspensión de pagos. ¿Cual es el problema actual?:
Dada la embergadura económica de España, este país no puede ser rescatado, ya que no hay suficientes recursos económicos. Además, detrás, y a corta distancia, está Italia que también está recibiendo fuertes ataques especulativos. Por lo tanto, si se llega a esta situación, es muy probable que España entre en suspensión de pagos y que a consecuencia de esto el Euro desaparezca o quede relegado sólamente a los países europeos que están de momento fuera de peligro (cada vez menos) y que a consecuencia de todo esto, el dólar vuelva a convertirse en la única moneda refugio, lo que implicaría una gran revalorización de esta divisa. Ello repercutiría en la maltrecha economía norteamericana, ya que se vería perjudicada en sus exportaciones y por lo tanto para bajar su déficit (no olvidemos que Estados Unidos es el páis más endeudado del mundo )se verían obligados a importar muchos menos productos y aquí es cuando todo esto incidiría muy directamente en países como Costa Rica que exporta un 80 % de sus mercancías a este país.
En el artículo anterior, comparábamos la situación europea y mundial con el Titanic. Creo recordar que este transatlántico tenía cuatro chimeneas. Pues bien, siguiendo con esa alegoría, en este momento ya hay tres chimenes bajo el agua. Este mes de agosto será muy tormentoso.
josep maría gras