- Con la etiqueta #DíaEM (Día de elecciones municipales) abrimos esta columna para los lectores.
Geovanny Debrús Jiménez. Con este artículo abro un grupo de análisis críticos que iremos publicando para dar seguimiento al proceso electoral que nombrará a 81 alcaldes y miles de dirigentes en las municipalidades del país.
La primera lección que los partidos políticos aprendieron del proceso electoral 2014 es simple: la campaña electoral se decide en los últimos días antes del día E.
Y es que en esta campaña municipal casi todo será aprendizaje para quienes obran en la política. Veamos. Los primeros días de enero son, en esa orientación, el inicio decidido y franco de la mayoría de campañas electorales, aunque durante diciembre se abrió el parte aguas principalmente en la apertura de redes sociales y algunos signos externos.
Este mes de enero y estas elecciones en especial serán un gran laboratorio para las interpretaciones y el conocimiento que tenemos de las elecciones municipales que, por primera vez, despuntan en un todo municipal a nivel publicitario y político. Estas elecciones dejarán enseñanzas sobre el comportamiento de los electores con respecto a sus comunidades, de la apatía política que ya existe y de cuánto logran persuadir los partidos políticos que participan en la contienda.
Hay otras enseñanzas sobre este proceso electoral y las iremos exponiendo en este análisis de las campañas de algunos partidos políticos que participan. Procedamos entonces con este análisis preeliminar, inicial, que aún no cuenta con los mejores elementos de juicio para tener ideas claras sobre el desenlace al 7 de febrero, pero que nos permitirá igualmentehacer una proyección de cómo va el asunto.
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El Partido Acción Ciudadana (PAC) fue el primero que abrió fuegos cuando anunció antes de fin de año la conformación de varias alianzas y coaliciones en algunos cantones, tanto con el Frente Amplio como con partidos locales e incluso una alianza con el PUSC. Esta acción política concreta del partido de gobierno nos deja otro principio de esta campaña: la consigna es sacar al PLN de la gran mayoría de alcaldías que ahora gobierna.
El PAC, suponiéndose un partido que ha ido calando en organización dirigencial a nivel nacional, participa en los 81 cantones y las intendencias que tiene el país. A pesar de este esfuerzo de estructura, el PAC participa austero y con limitados recursos económicos que no le permitirán realizar una campaña con fuerte contenido nacional, es decir, con propaganda televisiva y mediática que acuerpe a todos los candidatos, excepto claro está de las posibilidades de financiamiento que puedan dar los bancos con la deuda política.
El PAC lanza su lema “Acción municipal” que buscar convencer mediante su propuesta: “Queremos una muni que sea siempre activa, que se ponga las botas para trabajar con la gente, que esté visible resolviendo los problemas…”, dice su campaña en redes.
En la otra acera, el Partido Liberación Nacional, cuestionado y desgastado, pero con una base de dirigencia local muy fuerte y con apoyo económico privado ha podido ya emitir anuncios televisivos con el lema de la “Costa Rica verde”, es decir, apostando por su base de seguidores históricos. El PLN deberá luchar contra la pérdida de credibilidad y, hasta hoy, lo hace tratando de convencer al votante de color.
En procesos anteriores, aunque en diferentes circunstancias, el abstencionismo le ha permitido a este partido ganar precisamente apoyado en esos dos elementos: organización territorial y el votante histórico de siempre. Las cifras indican en este caso, otro dato relevante para esta elección, que el mayor rival a vencer es ese 70% aproximado de abstencionismo que como un fantasma ronda las municipales.
El Movimiento Libertario tiene claro ese principio: quiere conquistar al votante desinteresado, más que convencer al que ya tiene su voto logrado. Iván Barrantes, estratega de este partido, con su método poco convencional y mercadológico, apuesta por “mover el tablero” y generar que se hable del partido, aunque se hable mal. La intención es ponerlo en la memoria del votante para cerrar con un convencimiento más popular, no precisamente de ideas, sino apostando por el voto incauto y desprevenido, el voto que no se madura, es decir, el voto afectivo de cambio, un cambio que sigue en boca de las personas.
Aunque desgastado y con pérdida de credibilidad también, el ML -como el PLN- no pretenderán convencer con razones, sino con emociones (política tradicional enfocada en el marketing), en parte con la política tradicional, pero también con el estudio mercadológico que enfrasca la polític como un producto a vender. La memoria del votante es corta y apelar por la discusión entorno al partido -todo detractor puede incentivar defensores- es un principio básico: al costarricense pareciera que se le convence no con ideas, sino con emociones. Su anuncio inicial -que el propio estratega reconoce de mala calidad- precisamente busca ese objetivo.
El Frente Amplio, al contrario, apuesta por la juventud y el convencimiento de ideas; tiene a la candidata más joven a una alcaldía en el cantón de Naranjo de Alajuela y tanto sus alianzas -con el PAC y partidos locales- como sus participaciones individuales apuestan por hacer equipos de personas con amplia experiencia y jóvenes prometedores, en el marco del socialismo democrático que pregonan, y de una organización ilusionada y que ha ido calando fuertemente en las comunidades del país.
En contra tiene esta agrupación política el estigma del “comunismo” con el que se le acusa en una sociedad aún conservadora y timorata con esta ideología. En Costa Rica aún decirle comunista a alguien es una ofensa y es mal visto, a partir de la historia costarricense que prohibió durante décadas algún partido socialista y que el liberacionismo, el socialcristianismo y ahora el libertarismo han etiquetado como algo negativo.
Excepto por el PAC, el FA recibe furibundos ataques porque además representa una amenaza para los partidos tradicionales, principalmente porque se puede apreciar que la organización juvenil puede ser estratégica y energéticamente más decidida y movilizadora.
El Partido Unidad Social Cristiana, por su lado, apunta por el contacto tradicional en las comunidades, mediante signos externos, puerta a puerta y encuentros vecinales, en cantones estratégicos donde tiene líderes sobresalientes, y donde enfoca sus baterías. Similar hace el Republicano Nacional, el calderonismo viene trabajando “calladito más bonito” en comunidades donde ha tenido fortaleza histórica cuando era parte del PUSC. Posiblemente la división de la fuerza “socialcristiana” les reste mucha fuerza a ambos partidos, pero también cabe la posibilidad de que puedan recuperar al “mariachi” tradicional que se había ido, si ambos saben cosechar bien.
El PUSC apuesta por atacar al PLN en busca de resaltar esa vieja pose antiliberacionista que los llevó al poder en décadas pasadas y que fue relevante en las elecciones nacionales pasadas, como es el caso del candidato de ese partido en San José, donde tira al arayismo, que aunque participa con bandera diferente, sigue siendo una fuerza importante en el histórico PLN.
Otras fuerzas como el Partido Nueva Generación, Patria Nueva, los socialistas más radicales y algunos locales harán su esfuerzo en cantones específicos donde consideran tener fuerza por contar con un candidato importante.
Otra conclusión ineludible de este análisis: hay lago para todos, pero el descontento es tan grande que el poder movilizador será determinante, quienes logren llevar más agua a sus molinos el día E lograrán sus objetivos. En consecuencia, el enfrentamiento entre partidos sería inviable para una estrategia inteligente, en estas elecciones no se trata de quitarle votos al contrario, sino de conseguir los propios de ese 70% de lago.
Tanto el PAC como el Frente Amplio han enfocado una parte de campaña en redes sociales, donde hacen publicidad en Facebook presentando a sus candidatos de manera segmentada, como su fuerte inicial. También se aprecia de otros partidos, pero en menor escala; hay agrupaciones como el ML, el PLN y el PUSC que sufren desgaste en redes sociales.
Tanto el Frente Amplio, como el PAC, el PUSC y Libertario han venido enfocando sus miras hacia el logro de entre 20 y 30 alcaldías como objetivo en estas elecciones. Algunos partidos podrían lograrlas donde son fuertes, tal es el caso del ML en Puntarenas, Esparza o Valverde Vega, el FA en Golfito, Guatuso y San Pedro (en coalición con el PAC y el Partido Humanista), el PUSC en cantones tradicionales de Puntarenas y Limón, y el PAC en algunos cantones céntricos josefinos, heredianos y alajuelenses. Con el paso de los días podremos tener más información para analizar cantones.
Pareciera dilucidarse el enfrentamiento con base en dos tendencias de convencimiento: 1) la de persuadir con ideas y propuestas en las comunidades, con movilización y presencia mediática local y nacional, y 2) la de persuadir con emociones creadas desde el partidismo tradicional y la capacidad dirigencial comunal y nacional. Pareciera la lucha de la política de valores tradicionales con la política de valores contemporáneos. Definir estos dos conceptos es labor amplia que dejaré para un posterior análisis, pero preeliminarmente podemos decir que los valores tradicionales apuestan por el trabajo de propaganda emocional, el marketing y las estrategias que han funcionado en el pasado; mientras los valores contemporáneos se inclinan por persuadir con ideas, propuestas y valores de decencia y cambio político, usando la propaganda y los signos externos, pero principalmente las nuevas tecnologías de información como las redes sociales, sin dejar de lado la organización del casa a casa y el contacto comunal boca a boca. Por supuesto habrá propuestas que intersecan ambas tendencias.
Finalmente, podemos hacer unas proyecciones iniciales del proceso electoral que se avecina, pero eso lo dejaremos para una próxima entrega.
Gracias por compartir y comentar.
*El autor es politólogo y escritor, director de Culturacr.net y educador costarricense.